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WIKILEAKS: AHORA VAS Y LO CASCAS


Julian Assange, el cerebro y creador de Wikileaks nos está mostrando las tripas de los dirigentes que nos gobiernan. Unas tripas insensibles que no sienten retortijones a la hora de mentirnos, de pactar con el diablo o de hacernos creer que velan por nuestros intereses.
Yo me siento un Julian Assange, pero hasta el momento sólo he tenido acceso a las cloacas del poder a través de los personajes de mis novelas o las novelas de otros escritores. Wikileaks sin embargo es la gran novela contemporánea de la falsedad, la infamia y las maquinaciones maquiavélicas, aunque ninguno de los citados en sus documentos le llegue ni a la suela del zapato al protagonista de El principe.
Como era de prever, nuestro gobierno tampoco sale bien parado en los documentos: pone una cara frente a las cámaras mientras que por detrás apuesta por lo contrario que ha trasmitido a la ciudadanía. Eso lo podíamos suponer todos, pero una cosa es sospecharlo y otra muy distinta es verlo escrito en las comunicaciones que se mandan unos a otros en esta gran farsa. De momento no hay desmentidos sobre su sumisión ante el imperio y sí mucha hipocresía.
Otra vez los poderosos quieren matar al mensajero, aunque yo estimularía a las personas que tienen acceso a información privilegiada a que la lancen a los cuatro vientos a través de las miles de Wikileaks que tendremos que crear. Animo a cualquiera que posee documentos comprometedores de nuestros políticos o dirigentes: expongámoslos al sol y así sabrá la ciudadanía quién dirige nuestro destino.
A ver si se atreven a matar a Julian Assange como propugnó un ministro canadiense llamado Tom Flanagan, nombre de matón de película negra, en la televisión sin que inmediatamente fuese destituido y puesto a disposición judicial.
En España sabemos que los fiscales, que dependen del gobierno, tampoco salen bien parados en los documentos de Wikileaks al querer desestimar la investigación del “caso Couso”. ¿Cómo puede decir ahora el gobierno español a los demás países, véase Marruecos, que la justicia en España es independiente? 
Sin embargo siempre está la otra cara de la moneda: “Las filtraciones son falsas, esto lo ha lanzado el propio gobierno americano. Esto podría tratarse de un “plan de decepción”, me dice una fuente que ha trabajado para la inteligencia militar española, terminología propia de espías. Con este plan se quiere conseguir lo contrario de lo que a primera vista se muestra. El mensaje es todavía más sibilino: cuidado con lo que tramáis a mis espaldas porque me entero de todo lo que maquináis, “El Gran Hermano” sigue operando” 


1 comentario:

  1. Uf, lo de Gran Hermano suena chungo, pero es verdad. Pero que no nos vengan con que las filtraciones son falsas, porque eso no se lo cree nadie. Claro que como a los ciudadanos no se nos tiene en cuenta, pues nada a seguir manejándonos. Total, solo somos: votos en tiempo de elecciones y marionetas en tiempo de legislatura. ¿Para qué guardar las apariencias, si no somos nadie?

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