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SOBRE LA CONVENIENCIA DE PUBLICAR EN LA PRENSA ANUNCIOS DE CONTACTOS




En la mayoría de los diarios de tirada nacional nos topamos con unas páginas que están despertando la controversia. Se trata de la sección de contactos, donde desde hace décadas se dan cita anuncios profesionales de carácter sexual, tanto femeninos como masculinos. Aunque lo que verdaderamente despierta ahora la polémica es la proliferación de fotografías y la variedad de propuestas sexuales que estos ofrecen. Las imágenes resultan escandalosas y los textos lascivos.
Cabe suponer que a nadie le gustaría que cayeran en manos de sus hijos, pese a que los niños y jóvenes de hoy se están criando en una sociedad donde el comercio sexual y sus prácticas son de dominio público y se tratan abiertamente a través de cualquier medio a su alcance.
Pero recordemos que en nuestro país la prostitución no está prohibida (ni regulada), aunque sí las prácticas mafiosas que en ocasiones la rodean.
Por eso surge la pregunta: ¿Es conveniente la publicación en la prensa de este tipo de anuncios? La respuesta va a ser distinta según a quien se dirija.
  1. Para los editores, tanto conservadores como progresistas, evidentemente es ventajosa. Nadie renuncia a una fuente de financiación, y menos en los tiempos que corren para la prensa escrita.
  2. Para los lectores habituales no representa un motivo de escándalo, si es que las imágenes y los textos no llegan a bordear la pornografía. E incluso en este caso, siempre pueden pasar página.
  3. Para los reguladores de la moral es un escándalo, aunque puede que alguno de ellos solicite sus servicios sin reconocerlo.
  4. Para los trabajadores del sexo es un escaparate. Su fuente de ingresos se vería mermada si los diarios eliminasen estas secciones (aunque también es cierto que no todos pueden pagarlo).
  5. Para los niños y adolescentes significa otro canal más, al igual que Internet, las películas o el comercio del sexo que se muestra sin tapujos en parques, polígonos industriales o carreteras. En su caso, el tema habría que abordarlo desde el foco de la educación (en la escuela y en casa), y eso no nos compete ahora.
  6. Para Río Asta es otra forma de publicitar las excelencias de unos trabajadores que ofrecen sus servicios profesionales y necesitan una plataforma desde donde hacerlo. Y le suscita una reflexión: si la publicidad de sus novelas se viera restringida porque en las portadas apareciesen desnudos artísticos o en el contenido se mencionasen frases explícitas sobre el tema, supondría una restricción en su libertad de expresión. En su última novela Por aquí pasó el taxidermista, Nines es una estriper que se publicita en Internet; algo tendrá que decir este personaje también.
  7. Para los clientes de sexo la eliminación de sección de contactos supondría tener que buscar lo mismo por otros cauces. La desaparición de los anuncios de prostitución no significaría la desaparición de sus propias necesidades o fantasías.
  8. ¿Y para ti, lector? ¿Te incluirías en alguno de estos grupos, o supones un mundo aparte?


5 comentarios:

  1. Aquí, más que moral o libertad de expresión, la cosa tiene que ver con el negocio, y punto.
    ¿Ese personaje tuyo de "Por aquí pasó el taxidermista" de qué va? ¿Le mueve la moral, las pelas o la necesidad?
    A lo mejor ahí tienes la respuesta que estabas buscando.

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  2. Es un personaje machacado por un padre que es magistrado de Tribunal Supremo, imagínate la moralidad que le imprimió a su hija.

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  3. yo también quiero conocerla...

    Saludos

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  4. Estas mujeres tienen padres y hermanos. Pediría un poco de respeto. La pornografía en los periódicos debería ser erradicada.

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