Es indudable que cada vez van quedando menos lugares prístinos y bellos en nuestro planeta. Si alguna vez han tenido la suerte de contemplar el archipiélago de San Andrés, en el Caribe colombiano, podrán decir que han estado en un verdadero paraíso. Este conjunto de islas forman una Reserva de la Biosfera, declarada por la UNESCO en el año 2000 con una extensión de 350.000 kms cuadrados, así como el Área Marina Protegida (AMP) Seaflower. Protegido por el gobierno colombiano, no sólo incluye el ecosistema marino y terrestre, fundamental para los pescadores de la zona, sino la propia identidad del pueblo raizal.
Todo paraíso tiene su cara oscura, y en este caso, en el archipiélago proliferan plataformas petrolíferas que ponen en peligro la existencia de su medio ambiente, al igual que lo han hecho en tantos lugares como el Golfo de México. Resulta que dos bloques petrolíferos han sido adjudicados a la empresa española Repsol, en concreto los Cayos 1 y 5, mar adentro cercanos a las isla Cayos del Norte. La adjudicación de las extracciones las lleva a cabo un consorcio formado por la multinacional española Repsol (35%), la petrolera estatal colombiana Ecopetrol (50%) e YPF (15%).
Poner en riesgo los arrecifes y el mar con todo lo que implica la explotación de petróleo (contaminantes tóxicos, perforaciones, ondas sonoras, derrames y fugas en el transporte, sísmica, etc.) es poner en riesgo una frágil barrera natural, el muro de contención que disminuye la energía de las olas y protege así a las islas de su inundación y de la eventual desaparición. Y además, los ecosistemas del arrecife dan refugio y alimento a más del 25% de las especies marinas y garantizan la existencia de las playas y de los 7 colores de ese mar. También el turismo es el gran afectado, pues supone la actividad económica más importante, enraizada también con la pesca.
La autoridad ambiental de San Andrés ya interpuso una querella contra la adjudicación, pues según la costumbre del poder transnacional, las consultas legales pertinentes y necesarias a la población no han sido realizadas.
REPSOL ¡ Fuera del mar de los 7 colores !
Llenando nuestros depósitos en las estaciones Repsol, contribuimos a la ruina de lugares como estos.
ResponderEliminar¿Cuándo se va a acabar todo esto de la depredación salvaje del planeta? También las empresas españolas son culpables, ¡que bonito!
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