LA REVOLUCIÓN SILENCIOSA DE LOS RETOÑOS DE VICENTE FERRER

Dentro del mundo de las ONGs hay diversidad de maneras de gestionar los fondos aportados por ciudadanos particulares, subvenciones públicas y otras formas de patrocinio. Pero si alguien tiene en la mente como paradigma de un trabajo solidario bien hecho, esa es la Fundación Vicente Ferrer.

El antiguo jesuita merecedor del Premio Nóbel de la Paz, y no el cada día más depauperado Obama, forma parte de muchas conciencias y es un referente en el despertar de las conciencia. Una de las muchas beneficiadas por la labor del padre Ferrer fue Sheeba Baddi, nacida hace una treintena de años en Andra Pradesh y ahora guía de la fundación en Anantapur de los españoles que por allí se acercan con interés en conocer el proyecto de “Father”, como es conocido Vicente Ferrer entre los indios.

Tras aprender inglés y español, se convirtió en traductora de la Oficina de Apadrinamientos. Su trabajo y el de la fundación tienen una incidencia palpable en la sociedad actual: educación, vivienda, sanidad, discapacidad o mujer; pero también en la mítica, sin embargo no más real discriminación por castas. Aunque abolida desde 1958, nunca ha sido erradicar de las costumbres tradicionales. Los “dalia”, o tambien conocidos como “intocables”, todavía sigue siendo marginada hasta tal punto que las castas más altas evitan incluso pisar sus sombras.

Los frutos de tanto esfuerzo y trabajo se ve reflejado en que en la actulidad un 1% de los estudiantes universitarios pertenecen a esta casta. Atrás quedaron los tiempos en los que sus padres decían: “educación, ¿para qué? Es mejor que trabaje para poder comer hoy", cuenta Sheeba Baddi.

Para convencer a los padres que matriculen a sus hijos en las escuelas, se ofrecía una comida al día para los niños en las escuelas. Ahora, de cuatro a seis niños que se matriculan pertenecen a los dalits. En total, 1.200 de estos niños están internos en 17 escuelas de la Fundación Vicente Ferrer en el área de Anantapur.

La idea básica de Vicente Ferrer "la acción buena a favor de los demás", ha permitido que Sheeba y la ONGD trabajen con las minorías del bosque Nallamala desde el pasado año. Aproximadamente 8.000 familias de la tribu chenchu, los más pobres del estado, han conocido de cerca la Fundación y su trabajo, y se están evaluando sus problemas, necesidades y demandas.

Ahora Sheeba se ha acercado a Madrid para impartir unas conferencias: “La India rural y el proyecto de la Fundación Vicente Ferrer”. En estas charlas, que la llevarán por toda España, pretenderá ilustrar con historias reales el trabajo de la Fundación en Anantapur, la situación de las comunidades más discriminadas o los sectores de actuación de la ONGD.

Como bien decía el propio Vicente Ferrer: “Todo es posible”, y el mejor ejemplo de ello lo representa Sheeba y los miles de voluntarios que pretenden expandir la labor solidaria de personas que creen que todavía puede haber un mundo mejor.

Resultados de la Fundación:

- La Fundación tiene más de 133.000 niños y niñas apadrinados.

- El programa de desarrollo abarca 2.135 pueblos y beneficia a más de 2.500.000 de personas.

- Se ha conseguido el 100% de la escolarización en primaria, con 1.696 escuelas y más de 2.000 profesores

- Actualmente, 26.000 familias dálit tienen una vivienda digna.

- Buena parte del desierto se ha convertido en tierra fértil que genera ocupación y frena la emigración.

- Se ha creado una red sanitaria eficaz para todo el distrito, con 5 hospitales generales y 1 especializado en SIDA, 1 centro de planificación familiar, 60 médicos para cubrir el área y más de 1.000 trabajadoras de la salud

- Se ha avanzado notablemente en la participación de la mujer en la vida social y laboral.

Más de 15.000 personas son beneficiarias del programa para personas con discapacidad.

Actualmente su trabajo llega a más de 2135 pueblos, beneficiando a más de dos millones y medio de personas.