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LA MINERÍA ACABA CON TODO


La mayoría de los ciudadanos desconocen las realidades de países tan lejanos y herméticos como Indonesia. Compuesto por miles de islas, algunas cambiaron de nombre y con ello el alejamiento de las portadas de los medios de comunicación.
Uno de los ejemplos es Sulawesi, antigua Célebes. En su parte central, las poderosas compañías mineras están ávidas de los tesoros de su rico subsuelo. Por desgracia la explotación minera no acaba de empezar, si no que está tomando las dimensiones que producen el caos: tala de árboles que provoca inundaciones y corrimientos de tierras, muertes de sus pobladores y de sus recursos ancestrales; pero eso ¿a quién le importa? Sólo a los habitantes de las zonas afectadas que intentan salvar su pedazo de bosque tropical.
Cualquier protesta en contra de la minería en público en Indonesia supone un grave peligro para las personas que lo realizan. Los ciudadanos se arriesga a una denuncia por terrorismo, cárcel o violencia contra el Estado. Pero no siempre todo el mundo se esconde a llorar en sus casas mientras todo a su alrededor se derrumba. Existe un joven equipo denominado Jatam, que lo que busca es formar una red de activistas en contra de la minería en Indonesia.
GENTE VALEROSA
No sólo protestan los activistas de Jatam, también los campesinos y los indígenas lo hacen, pero enfrente tienen a poderosos opositores: los dueños de las minas.
¿Quiénes son estas poderosas empresas?
Por un lado la británico-australiana Río Tinto, nombre que nos sonará a los españoles, Inco del grupo brasilero Vale y PT Bintang Delapan Minerals (BDM), empresa indonesia esta última con participación mayoritaria china.
Estas depredadoras empresas necesitan toneladas de materias primas no sólo para el merado chino y asiático, si no para el mundial.
BDM extrae nickel en Morowali desde 2010 con permiso del estado -dejando ya desertizada la región en torno a Bahodopi. Según miembros de Jatam: “…las concesiones y el uso de tierras no han sido transparentes”. “Se trata de nuestra convivencia con la selva. Por eso debemos seguir resistiendo. No porque queramos, sino porque es nuestra obligación“.
¿Qué obligación tenemos todos los demás?
A Jatam le gustaría que en Europa y el Occidente se defendieran los derechos de la población y la naturaleza de Sulawesi, como se hace en los países del Primer Mundo.
Ponte en contacto con las asociaciones como Jatam para defender su causa que en el fondo es la de todos.



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