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LA BURLA DE LOS FUNCIONARIOS HACIA MILES DE INDÍGENAS


En nuestro país si no sales en televisión no existes. Pero en paises como Colombia, México o Brasil si no te inscribes en los centros de registro tampoco.
Que los funcionarios son necesarios, todos sabemos que es un mal menor, pero que muchos funcionarios se aprovechan de la ignorancia de los ciudadanos, eso es el pan nuestro de cada día.

Como ejemplo tenemos a los indígenas wayuú, que presionados por los políticos que querían sus votos los engañaron con falsas promesas o les prometieron comida y techo sólo por inscribirse. Una vez presentados en la oficina pertinente, los funcionarios los inscribieron en el registro con nombres como Cohito, Mariguana, Gorila o Payaso.

"Cuando los registradores les preguntaban en español a los indígenas qué nombre querían, ellos lógicamente no entendían y se quedaban callados, entonces lo que hacían era que les imponían un nombre" como Payaso, Bolsillo o Tarzán, asegura a Priscila Padilla, directora del documental Nacimos el 31 de diciembre.
Payaso, Tarzán o Mariguana son algunos de los nombres que les pusieron, relata Priscila en su cinta. Los wayúu son unos 300.000 y se encuentran dispersos en un extenso territorio que ocupa parte de Colombia y Venezuela, en la península caribeña de La Guajira.
"Es difícil dar una cifra de los afectados, pero calculo que deben ser más de 5.000", indica Simanca, quien apunta que etnias indígenas de otras zonas de Colombia y México padecieron circunstancias similares, según le hicieron saber esos nativos.
Pero los nombres insólitos son solo una parte de la vejación. La mayoría de cédulas wayúu concluye con un "manifiesta no saber firmar" ya que, según Simanca, muchos funcionarios no se molestaban en preguntarles si sabían escribir.
"Algunos sí sabían firmar pero de pronto por su fenotipo indígena enseguida y listo", asevera.

Nacidos el 31 de diciembre
Además, como los indígenas miden el tiempo con acontecimientos como las lluvias o los ciclos lunares y no atienden al calendario occidental, gran parte de ellos desconoce su fecha exacta de nacimiento, lo que causó mayores problemas a la hora de identificarlos.
Los wayuú desconocían su fecha de nacimiento, y por defecto se les ponía el 31 de diciembre"Se comenzó a crear el rumor de que cuando una persona desconoce su fecha de nacimiento se le coloca que nació el 31 de diciembre", por lo que figura que la gran mayoría de wayuus cumple años ese día, señala Padilla.
Los nombres insólitos se asignaron sobre todo entre las décadas de los sesenta y noventa, principalmente en época de elecciones, cuando los políticos locales registraban en masa a indígenas para obtener su voto a cambio de bolsas de comida y falsas promesas, como hospitales o escuelas.
"Por lo general los wayúu guardan la cédula para época de elecciones porque a cambio del voto les dan un mercado (bolsa con alimentos) o les prometen un techo", anota Simanca.
Aunque la compra de votos continúa siendo habitual en Colombia, el número de cédulas comenzó a disminuir a comienzos del siglo XXI, gracias a la alfabetización y mayor conocimiento del proceso de registro por parte de los aborígenes, que ahora tienden a anotar el día que nacen sus hijos y estampan su firma.
En Colombia, el cambio de nombre se puede realizar ante una notaría, con un coste aproximado de 50 dólares; pero el trámite se vuelve engorroso para los wayúu, que suelen vivir en asentamientos alejados de los núcleos urbanos.



1 comentario:

  1. ¿Por qué no los dejan en paz? Si al fin y al cabo, no les van a dar nada y, si pueden, algo les quitarían.

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