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LA FARMACOPEA INDÍGENA


El 74% de los remedios y drogas comercializados por las empresas farmacéuticas fueron descubiertos, siglos atrás, por sociedades tradicionales. Sin embargo sólo el 2% de las especies vegetales existentes en los bosques tropicales han pasado las pruebas  científicas en los laboratorios.
¿Cómo consiguieron estos pueblos indígenas dar con las mixturas adecuadas?
Estas poblaciones recibieron la sabiduría a través de sus ceremonias y su estrecho contacto con las fuerzas ocultas de su entorno. Sin este saber, los científicos actuales se verían abocados al azar: probando aleatoriamente las propiedades medicinales de más de 250.000 plantas repartidas por todo el planeta.

Como ejemplo podemos tomar el paralizante muscular más utilizado por los científicos: “el curare”: paralizante, que sin envenenar la carne, permite que los animales se suelten de los árboles. Durante los años 40 del siglo XX los cirujanos se dieron cuenta de las ventajas de este veneno en las intervenciones de abdomen y órganos vitales. Su efecto interrumpe la transmisión de impulsos nerviosos provocando la relajación completa de los músculos, incluyendo la respiración.
En la Amazonía existen más de cuarenta tipos diferentes de “curare”, elaborados a partir de más de sesenta plantas diferentes. Si uno observa el modo de preparación, enseguida percibe que no existe ningún lugar al azar.
Según las tradiciones mitológicas de muchos de los pueblos indígenas, fue el creador del universo quien les proporcionó “el curare”.

1 comentario:

  1. Los grandes laboratorios expolian la riqueza cultural de los pueblos indígenas sin que nada ocurra. Es un robo en toda la regla.

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