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LA CONFUSIÓN DE LOS CONSUMIDORES SOBRE LA SOJA



Pocos de nosotros conocemos que la mayoría de la carne no orgánica, los huevos y los productos lácteos que se venden en los supermercados de Europa proceden de animales alimentados con soja genéticamente modificada.
¿Creéis que esto se informa en el etiquetado? Efectivamente muchos de vosotros habréis adelantado la respuesta negativa al respecto. Pero aún es peor de lo que pensamos, esta soja modificada en breve será etiquetada como “responsable”. 
¿A quién se le ha ocurrido esta estratagema?
Todo esto se lo debemos a la Mesa Redonda de Soja Responsable (RTRS en inglés), que ha creado un sello de garantía y control.
Como también muchos de vosotros intuiréis, la RTRS está formada en su núcleo duro por compañías interesadas en el desarrollo de la industria de la soja en los países donde no está todavía posicionada. En esta organización podemos encontrar productores de soja, comerciantes de granos, sectores de la biotecnología, pesticidas, alimentación animal y productores de aceite. Entre las marcas más conocidas tenemos BP, Shell, Cargill, Bayer, Syngenta y Monsanto. Pero también algunas ONGs también se encuentran entre sus miembros, ese es el caso del Fondo Mundial Para la Naturaleza (World Wildlife Fund WWF).
El empleo del sello de la soja “responsable” no significa la abolición de pesticidas que envenenan tanto a las poblaciones como al medio ambiente en diversas zonas de Sudamérica. Tampoco abolirá los conflictos por la tierra. Ni siquiera detendrá la deforestación.
Desde aquí nos unimos a organizaciones ambientales y sociales para adjuntar la siguiente carta a los supermercados. Con estas iniciativas queremos reducir la dependencia de Europa de la soja importada y hacemos un llamamiento para erradicar la producción de alimentos que impliquen un riesgo para el medio ambiente y las zonas donde se cultivan estos productos dañinos.



Te animo a que firmes la carta e informes a tus amigos, colegas y familiares. Muchas gracias por su apoyo.





1 comentario:

  1. La intención de envenenarnos no está reñida con la de ganar dinero. Seguro que los directivos de estas compañías mencionadas comen cosas ecológicas...

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